LA VERDAD DE TUTANKAMON

Médium : Jorge Olguín.
Interlocutor : Horacio Velmont.
Entidad que se presentó a dialogar : Ron Hubbard, fundador de Dianética y Cienciologia.
Sesión del 8/10/04

Interlocutor: Pregunto por Tutankamón, especialmente sobre si su muerte fue un asesinato. También me pregunta, como es obvio, por las famosas maldiciones.

Ron Hubbard: Tutankamón fue envenenado.

Interlocutor: Era una de las hipótesis que manejan los egiptólogos. ¿Qué edad tenía cuando murió? Lo pregunto porque no hay acuerdo en esto.

Ron Hubbard: Tenía 19 años.

Interlocutor: Concretamente, ¿por quien fue envenenado?

Ron Hubbard: Por funcionarios del consejo que tenía.

Interlocutor: ¿Es decir que se trató de una conspiración de su propio entorno, igual que los obispos que conspiraron para asesinar al Papa Juan Pablo I?

Ron Hubbard: Correcto.

Interlocutor: ¿Concretamente uno de ellos fue el primer ministro llamado Ay?

Ron Hubbard: Así es.

Interlocutor: ¿Fue Ay quien le suministró el veneno?

Ron Hubbard: No él directamente, sino que comisionó a una criada llamada Oda.

Interlocutor: ¿La esposa de Tutankamón tuvo algo que ver? Me refiero a si formó parte de esa conspiración.

Ron Hubbard: No, no conspiró, pero tampoco se sintió muy desgraciada con su muerte. En realidad se sintió aliviada de la presión que ejercía sobre ella su esposo. Además, estaba complacida con su primer ministro. Lo idealizaba, de modo que cuando se enteró de lo sucedido no lo objetó. Además, Ay la tenía dominada psicológicamente y ella hacía todo lo que él quería.

Interlocutor: ¿En definitiva, el matrimonio no funcionaba?

Ron Hubbard: No, no funcionaba.

Interlocutor: ¿Pero Tutankamón tenía relaciones sexuales con su esposa?

Ron Hubbard: Sí, pero eran relaciones muy egoístas, donde solamente él se satisfacía.

Interlocutor: ¿La esposa de Tutankamón estaba enamorada del primer ministro? Lo preguntó porque después se casó con él.

Ron Hubbard: No, no estaba enamorada, pero sí lo idealizaba, le tenía un respeto tremendo, e inclusive pensaba que Ay debía ser el que ocupara el puesto de Tutankamón y no éste y quien tomara todas las decisiones.

Interlocutor: Para que no quede ninguna duda, quiero reiterar la pregunta: ¿la esposa de Tutankamón no conspiró para nada?

Ron Hubbard: No, en realidad no, pero después cuando se enteró hizo la "vista gorda", como dicen ustedes, y se adaptó rápidamente a la nueva situación.

Interlocutor: E incluso respiró aliviada.

Ron Hubbard: Correcto.

Interlocutor: Le voy a mencionar algunos nombres para saber si fueron definitivamente los conspiradores: Ay, primer ministro y consejero principal del faraón, Horemberg, comandante en jefe del ejército y Maya, ministro de finanzas.

Ron Hubbard: Los conspiradores fueron cinco, y has nombrado a tres de ellos.

Interlocutor: ¿Fueron todos hombres?

Ron Hubbard: Así es, porque la criada Oda fue sólo un instrumento.

Interlocutor: ¿Qué fue de Oda?

Ron Hubbard: Le prometieron muchas cosas, entre ellas hacerla bailarina, pero una noche murió trágicamente.

Interlocutor: ¿La asesinaron?

Ron Hubbard: Obviamente.

Interlocutor: ¿Cuál fue en concreto el motivo de que asesinaran a Tutankamón?

Ron Hubbard: El faraón los obstaculizaba en sus propósitos. Los conspiradores tenían un tremendo apetito de poder y Tutankamón era muy lento en tomar las decisiones y sus demoras ya los había fastidiado. Cada vez que el primer ministro le proponía algo respondía: "Bueno, lo voy a pensar", y pasaba el tiempo y nunca tomaba la decisión.

Interlocutor: ¿El fundamental motivo, entonces, fue el obstáculo que les ponía el faraón a su desmedida ambición de poder?

Ron Hubbard: Así es.

Interlocutor: El primer ministro, que luego se casó con la esposa de Tutankamón, ¿la amaba? Lo pregunto para ver si había algún motivo también por aquí en el asesinato.

Ron Hubbard: No, no la amaba, solamente de ella lo atraía su juventud, ya que él era un hombre de edad, pues rondaba los 50 años.

Interlocutor: Creo que el tema del asesinato está completamente aclarado. Quiero pasar ahora al tema de las maldiciones, aunque sabemos que no existen.

Ron Hubbard: ¡Claro no existen!

Interlocutor: ¿Pero quizás la momia de Tutankamón tendría algún virus?

Ron Hubbard: No, virus no, pero sí había muchas trampas ocultas para proteger la tumba.

Interlocutor: ¿Y muchos murieron en ellas?

Ron Hubbard: Sí, por supuesto. Muertes fuera de la tumba hubo muchas, pero todas por causas naturales. En el mundo espiritual no existen las maldiciones. Uno puede absorber vibraciones negativas que le corten los caminos, pero nada más.

Interlocutor: Está claro. ¿Y los espíritus del Error han intervenido?

Ron Hubbard: ¡Intervienen siempre!

Interlocutor: ¿En alguna muerte?

Ron Hubbard: No a ese nivel. Pero si la persona está asomada a un precipicio no titubean en darle un empujón.

Interlocutor: ¿Pero concretamente han estado en todo este asunto de Tukankamón?

Ron Hubbard: Los espíritus del Error están siempre cuando se les presenta la oportunidad de hacer algo negativo.

Interlocutor: ¿Usted puede percibir algún caso donde los espíritus del Error vieron a alguien asomado a un balcón, por dar un ejemplo, y le dieron un empujoncito?

Ron Hubbard: No es tan así. Pero le pueden poner en su cuerpo de deseos ideas de depresión, de suicidio. Las ideas de depresión hacen al ser humano más débil, más vulnerable, y en consecuencia pueden tomar medidas extremas...

Interlocutor: Bueno, creo que todo esto está suficientemente aclarado. Como una cuestión meramente anecdótica, ¿en qué plano está actualmente el espíritu que animó a Tutankamón?

Ron Hubbard: En el plano 3. Había subido al plano 4 pero descendió.

Interlocutor: ¿Encarnó otra vez?

Ron Hubbard: Si, dos veces.

Interlocutor: ¿El primer ministro al desencarnar descendió de plano?

Ron Hubbard: Sí, al plano 2.

Interlocutor: ¿En qué plano estaba?

Ron Hubbard: En el plano 4.

Interlocutor: ¿La esposa de Tutankamón también?

Ron Hubbard: Sí, estaba en el plano 4 y descendió al plano 2.

Interlocutor: ¿Cuántas veces encarnaron?

Ron Hubbard: Cada uno cuatro veces., subiendo y bajando de plano.

Interlocutor: ¿Pero actualmente en qué plano están?

Ron Hubbard: En el plano 2.

Interlocutor: Una última pregunta. ¿a los faraones los enterraban con algún barco?

Ron Hubbard: Sí, porque formaba parte de la mitología del pueblo egipcio.

Interlocutor: ¿A Tutankamón se lo pusieron?

Ron Hubbard: Sí, pero no dentro del sarcófago.

Interlocutor: ¿Dentro de la tumba donde estaba el sarcófago, entonces?

Ron Hubbard: Ahí sí.

Interlocutor: Bueno, si le parece damos por terminado el tema.

Ron Hubbard: De acuerdo.

http://www.grupoelron.org/

Aqui dejo un video donde se ve a tutankamon al descubierto:

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