Un buen Tarot y un buen tarotista que sea espiritualmente elevado y que tenga buena relación con sus cartas, puede incluso comunicarse con las Energías divinas (moran en el nivel 7º), y obtener respuestas de ellas.
Se podría decir que entre el tarotista y las Energías divinas se forma como una especie de lazo kármico.
El consultante no cuenta y, por lo tanto, no significa ningún impedimento para una buena tirada el que sea una persona básica.
La respuesta a la consulta puede ser de manera directa, por ejemplo si el consultante pregunta si su pareja le es infiel, o de manera indirecta, si el consultante pregunta por su destino.
Un tarotista de primer nivel puede orientar al consultante durante diez o quince minutos con solo sacar una carta.
Para concluir esta explicación, te informo que con el Tarot no se adivina el futuro, sino que se lo predice, es decir, sólo se señala el futuro posible. Esto significa que lo que indican las cartas no es necesariamente inexorable.
No está de más aclarar aquí que el futuro lo conoce solamente el Absoluto, aunque cuanto más elevada sea la entidad espiritual mayor será la certeza que tenga sobre él.
El Tarot abarca tanto el plano físico como el espiritual (universo transfísico), y de ahí que también puedan averiguarse vidas pasadas.
Por otra parte, todas las cartas del Tarot (22 arcanos mayores y 56 arcanos menores, es decir, 78 arcanos en total) tienen la misma fuerza, pueden señalar el carácter de una persona y detectar las vibraciones negativas
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