Hace un día de sol esplendoroso… entonces me he ido a caminar hasta un hermoso parque que queda cerca de mi casa y que tiene unos árboles muy grandes, casi diría centenarios… Yo lo frecuento porque me gusta mucho, y siempre voy, los abrazo, y les hablo como los seres vivos y sintientes que son…
Hoy sentía que el parque me llamaba y alisté una libreta en la que he escrito mucho, para leer allí… pero no sé porqué, cuando salí de casa la dejé olvidada… y cuando llegué al parque, sentí que tenía que escribir algo, pero no tenía papel, entonces pedí en un puesto de policía que está a la entrada del parque, si me podían regalar una hoja de papel, porque si tenía la pluma para escribir… Ya con la hoja de papel en mis manos, fui y me senté recostada contra uno de los árboles más grandes, y tan pronto hice contacto con su espíritu, empecé a hablarle y le expresé lo que brotó de mi corazón:
¡Querido árbol, tú eres un amado hermano nuestro… eres uno de los servidores de la Madre Tierra, pero más de la humanidad y su amada creación!…De lo que tú representas, ¿sabes qué he aprendido de tí?... El Amor, la entrega, la incondicionalidad, el servicio desinteresado, y por sobre todas estas cualidades…”LA PACIENCIA”, la “PERMANENCIA”, la “QUIETUD”… El ahora eterno… el tener cada instante la mira puesta, en ascender un milímetro cada día hacia el cielo… nada de pasado, nada de futuro, siempre respirando en el Ahora, y realizando el servicio de transmutar, toda la contaminación que la humanidad lanzamos a la atmósfera, por OXÍGENO PURO que nosotros podamos respirar…
Lo que yo mas anhelo de lo que tú, mi amado espíritu del árbol haces -casi que lo envidio, con todo mi corazón- es el que tus raíces se entierren cada día más en la Madre Tierra, intentando como meta llegar a Su corazón… ¡Eso es lo que yo más deseo –enraizar mi corazón cada día más en GAIA, hasta que llegue directamente a su corazón!… Los amo queridos árboles, y a toda la creación tan amada por Gaia, por el servicio desinteresado, que con tanto amor hacen cada día para la humanidad… y del cual creo, que solo una mínima parte de nosotros estamos conscientes… Creo que muy pocos, damos las gracias por ese servicio, que está totalmente enfocado en hacernos la vida sana y feliz… Uno mi columna vertebral con tu cuerpo y espero tu respuesta…
ÁRBOL: Amada hermana… ¡Gracias por tus amorosas palabras, hasta ahora nadie me había hablado así… cuán afortunado me siento, de que entre tantos de nosotros en este parque, me hayas seleccionado a mí!… ¡Eres muy bienvenida a mí aquí y ahora, porque como bien lo has dicho, ese es mi aprendizaje… eso es lo que decidí vivir, cuando como espíritu en evolución, decidí Ser un Árbol!… Querida hermana, como ves… soy muy alto… y eso significa, que llevo muchos años cumpliendo con mí misión, mucho más que la edad que tú tienes de evolucionar también, caminando con tus pies sobre la piel de nuestra amada Madre Tierra…
Tenemos cosas en común… Decidimos un día nacer, con conciencias y cuerpos diferentes, pero cada uno con nuestra misión… Respiramos, no podemos sobrevivir sin nuestros hermanos del espíritu del aire y del agua… es vital su servicio para nosotros, así como para ustedes… igualmente pasa con nuestro Dios del Sol, que sale cada día, para que nosotros así como tú, vivamos… porque sin El no habría vida en este amado planeta… Necesitamos alimento cada día a todos los niveles, así como también ustedes… enviamos nuestras semillas a la tierra, a fin de reproducirnos, y no desaparezca nuestra especie… Pasamos pacientemente por todas las etapas, y sobrevivimos a los elementos, lo que para ustedes es más difícil, porque no tienen nuestra fortaleza…
¿Sabes hermana, de donde sale nuestra fortaleza, para pasar por todas las pruebas?... De nuestras raíces más profundamente arraigadas en el cuerpo de nuestra amada Madre Tierra, que nos alimenta con todo su Amor… y de las cualidades más profundas y arraigadas en nuestra naturaleza… y que para la humanidad es una lucha diaria… “La conciencia de lo que escogimos vivir y que nunca cuestionamos”… “nuestra paciencia, que pase lo que pase jamás ponemos en duda”… “nuestra incondicionalidad, que damos sin esperar nunca nada”… “nuestra entrega al servicio de la humanidad, la Madre Tierra y su creación”… “La quietud y permanencia, por años y siglos, sin conocer la impaciencia”… y la más importante de todas… “VIVIR AQUÍ Y AHORA… siempre en el eterno Ahora de nuestro Padre creador”…
No conocemos ninguna de las pasiones, que hacen tan infeliz a la humanidad… Nosotros como seres vivos y sintientes, somos receptores indirectos, de todo lo negativo que viven los humanos que vienen a visitarnos… y sentimos su vibración de tristeza, soledad, muchas veces su llanto, su resentimiento, su violencia cuando nos atacan, su egoísmo, su desidia, desdén y brutalidad…
Cuando somos tan antiguos y tan altos como soy yo, tenemos la visión muy amplia, y vemos, sentimos, y en cierta medida recibimos… todo lo que ocasiona en ustedes, en nuestra amada Madre y en su amada creación… “esas pasiones tan discordantes con la Divinidad y Magnificencia, que como la raza despierta a la espiritualidad y ascensión ustedes son”…
Amada hermana, gracias por tu visita y por hablarnos y acariciarnos tanto… aquí estamos y estaremos, por el tiempo que nuestra amada Madre Tierra desee que la acompañemos… para la humanidad… y especialmente para ti, también… Yo soy ATÉ…
Gracias amoroso espíritu del árbol Até… Me siento muy afortunada, de haber podido dialogar tan sinceramente contigo… muy pronto volveré a visitarte y a darte un gran abrazo… y si tienes un nuevo mensaje, para contar a la Humanidad que ustedes son seres que sienten y aman, con todo mi corazón lo recibiré… Hasta muy pronto…
Cuando terminé el dialogo con Até, me trasladé a otro de mis árboles preferidos, uní mi columna vertebral con su cuerpo, y esperé a ver si también me hablaba… de inmediato me contestó:
SOY TOROS: ¡Bienvenida a este contacto, que tan amorosamente haces conmigo!… Ya he sentido tu energía, de otras veces que has pasado, y me has acariciado con emoción y sentimiento en tu corazón, como el ser sintiente que soy… ¿Sabes que nosotros sentimos sus emociones negativas y positivas?... ¿Que casi nadie nos acaricia, y nos habla con tanto amor y apertura como tú?... Nosotros somos los pararrayos, que los protegemos a ustedes… cualquier cosa que caiga del cielo, nos golpea primero a nosotros y luego a la humanidad y la creación, que están a ras del suelo… También servimos de refugio, y muchas cosas más que no se nos tienen en cuenta… ¡Somos tan grandes y frondosos, y prácticamente pasamos desapercibidos!… ¿Por qué los humanos están más ciegos cada día?... ¿No están llamados a despertar?...
Siempre agradecemos tu visita, porque nos sentimos reconocidos como seres vivientes y sintientes por tí… Ojalá la humanidad llegue a esa conciencia, para que aprendan a hablarnos, a respetarnos y a amarnos como tú… ¡Sabemos con certeza que estamos por nuestra cuenta!... y dependemos en un todo, de nuestros amados hermanos, los elementos, que tan amorosa y desinteresadamente, colaboran con nosotros… Agradezco tu amor y sentimientos, y espero que me visites más frecuentemente… porque me encanta dialogar con seres despiertos al amor y la naturaleza, como tú… Yo soy Toros…
Gracias Toros precioso… seguiré visitándote, acariciándote… y sobre todo, agradeciéndote esa conexión, que desde tu centro me haces, a través de tus raíces arraigadas en el cuerpo maravilloso de mi amada GAIA…
Por: Anshelina… La luz que llama a despertar…
WebSite:http://loqueheaprendidode.blogspot.com
Hoy sentía que el parque me llamaba y alisté una libreta en la que he escrito mucho, para leer allí… pero no sé porqué, cuando salí de casa la dejé olvidada… y cuando llegué al parque, sentí que tenía que escribir algo, pero no tenía papel, entonces pedí en un puesto de policía que está a la entrada del parque, si me podían regalar una hoja de papel, porque si tenía la pluma para escribir… Ya con la hoja de papel en mis manos, fui y me senté recostada contra uno de los árboles más grandes, y tan pronto hice contacto con su espíritu, empecé a hablarle y le expresé lo que brotó de mi corazón:
¡Querido árbol, tú eres un amado hermano nuestro… eres uno de los servidores de la Madre Tierra, pero más de la humanidad y su amada creación!…De lo que tú representas, ¿sabes qué he aprendido de tí?... El Amor, la entrega, la incondicionalidad, el servicio desinteresado, y por sobre todas estas cualidades…”LA PACIENCIA”, la “PERMANENCIA”, la “QUIETUD”… El ahora eterno… el tener cada instante la mira puesta, en ascender un milímetro cada día hacia el cielo… nada de pasado, nada de futuro, siempre respirando en el Ahora, y realizando el servicio de transmutar, toda la contaminación que la humanidad lanzamos a la atmósfera, por OXÍGENO PURO que nosotros podamos respirar…
Lo que yo mas anhelo de lo que tú, mi amado espíritu del árbol haces -casi que lo envidio, con todo mi corazón- es el que tus raíces se entierren cada día más en la Madre Tierra, intentando como meta llegar a Su corazón… ¡Eso es lo que yo más deseo –enraizar mi corazón cada día más en GAIA, hasta que llegue directamente a su corazón!… Los amo queridos árboles, y a toda la creación tan amada por Gaia, por el servicio desinteresado, que con tanto amor hacen cada día para la humanidad… y del cual creo, que solo una mínima parte de nosotros estamos conscientes… Creo que muy pocos, damos las gracias por ese servicio, que está totalmente enfocado en hacernos la vida sana y feliz… Uno mi columna vertebral con tu cuerpo y espero tu respuesta…
ÁRBOL: Amada hermana… ¡Gracias por tus amorosas palabras, hasta ahora nadie me había hablado así… cuán afortunado me siento, de que entre tantos de nosotros en este parque, me hayas seleccionado a mí!… ¡Eres muy bienvenida a mí aquí y ahora, porque como bien lo has dicho, ese es mi aprendizaje… eso es lo que decidí vivir, cuando como espíritu en evolución, decidí Ser un Árbol!… Querida hermana, como ves… soy muy alto… y eso significa, que llevo muchos años cumpliendo con mí misión, mucho más que la edad que tú tienes de evolucionar también, caminando con tus pies sobre la piel de nuestra amada Madre Tierra…
Tenemos cosas en común… Decidimos un día nacer, con conciencias y cuerpos diferentes, pero cada uno con nuestra misión… Respiramos, no podemos sobrevivir sin nuestros hermanos del espíritu del aire y del agua… es vital su servicio para nosotros, así como para ustedes… igualmente pasa con nuestro Dios del Sol, que sale cada día, para que nosotros así como tú, vivamos… porque sin El no habría vida en este amado planeta… Necesitamos alimento cada día a todos los niveles, así como también ustedes… enviamos nuestras semillas a la tierra, a fin de reproducirnos, y no desaparezca nuestra especie… Pasamos pacientemente por todas las etapas, y sobrevivimos a los elementos, lo que para ustedes es más difícil, porque no tienen nuestra fortaleza…
¿Sabes hermana, de donde sale nuestra fortaleza, para pasar por todas las pruebas?... De nuestras raíces más profundamente arraigadas en el cuerpo de nuestra amada Madre Tierra, que nos alimenta con todo su Amor… y de las cualidades más profundas y arraigadas en nuestra naturaleza… y que para la humanidad es una lucha diaria… “La conciencia de lo que escogimos vivir y que nunca cuestionamos”… “nuestra paciencia, que pase lo que pase jamás ponemos en duda”… “nuestra incondicionalidad, que damos sin esperar nunca nada”… “nuestra entrega al servicio de la humanidad, la Madre Tierra y su creación”… “La quietud y permanencia, por años y siglos, sin conocer la impaciencia”… y la más importante de todas… “VIVIR AQUÍ Y AHORA… siempre en el eterno Ahora de nuestro Padre creador”…
No conocemos ninguna de las pasiones, que hacen tan infeliz a la humanidad… Nosotros como seres vivos y sintientes, somos receptores indirectos, de todo lo negativo que viven los humanos que vienen a visitarnos… y sentimos su vibración de tristeza, soledad, muchas veces su llanto, su resentimiento, su violencia cuando nos atacan, su egoísmo, su desidia, desdén y brutalidad…
Cuando somos tan antiguos y tan altos como soy yo, tenemos la visión muy amplia, y vemos, sentimos, y en cierta medida recibimos… todo lo que ocasiona en ustedes, en nuestra amada Madre y en su amada creación… “esas pasiones tan discordantes con la Divinidad y Magnificencia, que como la raza despierta a la espiritualidad y ascensión ustedes son”…
Amada hermana, gracias por tu visita y por hablarnos y acariciarnos tanto… aquí estamos y estaremos, por el tiempo que nuestra amada Madre Tierra desee que la acompañemos… para la humanidad… y especialmente para ti, también… Yo soy ATÉ…
Gracias amoroso espíritu del árbol Até… Me siento muy afortunada, de haber podido dialogar tan sinceramente contigo… muy pronto volveré a visitarte y a darte un gran abrazo… y si tienes un nuevo mensaje, para contar a la Humanidad que ustedes son seres que sienten y aman, con todo mi corazón lo recibiré… Hasta muy pronto…
Cuando terminé el dialogo con Até, me trasladé a otro de mis árboles preferidos, uní mi columna vertebral con su cuerpo, y esperé a ver si también me hablaba… de inmediato me contestó:
SOY TOROS: ¡Bienvenida a este contacto, que tan amorosamente haces conmigo!… Ya he sentido tu energía, de otras veces que has pasado, y me has acariciado con emoción y sentimiento en tu corazón, como el ser sintiente que soy… ¿Sabes que nosotros sentimos sus emociones negativas y positivas?... ¿Que casi nadie nos acaricia, y nos habla con tanto amor y apertura como tú?... Nosotros somos los pararrayos, que los protegemos a ustedes… cualquier cosa que caiga del cielo, nos golpea primero a nosotros y luego a la humanidad y la creación, que están a ras del suelo… También servimos de refugio, y muchas cosas más que no se nos tienen en cuenta… ¡Somos tan grandes y frondosos, y prácticamente pasamos desapercibidos!… ¿Por qué los humanos están más ciegos cada día?... ¿No están llamados a despertar?...
Siempre agradecemos tu visita, porque nos sentimos reconocidos como seres vivientes y sintientes por tí… Ojalá la humanidad llegue a esa conciencia, para que aprendan a hablarnos, a respetarnos y a amarnos como tú… ¡Sabemos con certeza que estamos por nuestra cuenta!... y dependemos en un todo, de nuestros amados hermanos, los elementos, que tan amorosa y desinteresadamente, colaboran con nosotros… Agradezco tu amor y sentimientos, y espero que me visites más frecuentemente… porque me encanta dialogar con seres despiertos al amor y la naturaleza, como tú… Yo soy Toros…
Gracias Toros precioso… seguiré visitándote, acariciándote… y sobre todo, agradeciéndote esa conexión, que desde tu centro me haces, a través de tus raíces arraigadas en el cuerpo maravilloso de mi amada GAIA…
Por: Anshelina… La luz que llama a despertar…
WebSite:http://loqueheaprendidode.blogspot.com
Muy bonito y muy cierto, una gran verdad. Gracias por compartirlo. Es algo más para continuar despertando.
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