EL MORYA El que habla, no sabe, y el que sabe, no habla.

Silenciosamente, sigilosamente, sin hacer alardes ni buscar la gloria, el adepto realiza su labor, con la mente siempre puesta en ayudar a progresar a sus hermanos menos evolucionados.

Sabe que su trabajo lo está compartiendo con otros Maestros iniciados y la colaboración de muchos discípulos y aspirantes a la Sabiduría; pero que no obstante es el único ser en el Universo al que el Creador ha elegido para llevar a cabo esa misión. De manera que la lleva a cabo con esmero, entrega y total dedicación.

El que habla, no sabe, y el que sabe, no habla. Actúa siempre desde el silencio de su Presencia Interior, que se manifiesta en el plano físico a través de su acción dedicada. Jamás hace daño a nadie, al menos deliberadamente, y no se preocupa ya de sí mismo, si no es únicamente por mantener su vehículo físico en buenas condiciones, ya viva en un cuerpo temporal, o en uno que encarnó desde el nacimiento.

Puede estar sin comer días enteros, o sin dormir noches enteras, si la causa así lo exige; pero lo hace sin quejarse jamás, siendo extremadamente feliz por la oportunidad que Dios le da de servirlo a Él en Su Plan Divino.

¡Bendito es en verdad el suelo que sus pies pisan, porque es ciertamente el Aliento del Señor recubierto de una forma mortal!

Fuente: Maestro El Morya

Canal: Kris Won

http://despertando.me/2011/11/01/contactando-seres-de-luz-por-kris-won-despertando-20111101-el-morya-el-que-habla-no-sabe-y-el-que-sabe-no-habla/

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