El movimiento en masa de la humanidad hacia el despertar es un proceso que fue planificado hace eones para llevaros a todos a casa, a la Realidad, el dominio eterno de vuestro amoroso Padre.
Os ha echado de menos mientras estabais escondidos de Él en el entorno irreal que os construisteis para jugar a juegos de separación y abandono, y Llora por el sufrimiento que habéis experimentado mientras estabais ahí. Añora que volváis a casa para que Él y vosotros podáis deleitaros de nuevo de vuestra mutua compañía.
Estar en compañía de Dios os proporciona un estado de éxtasis, y Su único Deseo para vosotros es que experimentéis ese estado eternamente, porque vuestro gozo cuando estáis con Él se añade al suyo. Vuestro destino es volver a casa con Él.
Es inevitable, por lo tanto eliminad vuestros temores y preocupaciones y relajaos en la certidumbre de esta Verdad divina. Si os sentís de alguna manera no merecedores de Su Amor por vosotros, o sin derecho de volver a Su casa, os aseguro que es un concepto irreal e imaginario, nacido de vuestro miedo a haberlo enojado, y que afortunadamente podéis desterrarlo de vuestra mente porque no tiene validez en absoluto. Sois todos perfectos seres divinos, y el lugar perfecto para vosotros está en Casa, en Su eterna Presencia.
Muchos estáis encontrando que estos últimos momentos antes de vuestro despertar son muy estresantes y agotadores. Parece que habéis estado portando la Luz durante mucho tiempo, y la espera continúa y continúa.
Lo que estáis haciendo es de enorme importancia, y la persistencia y la determinación con la con las que seguís portando la Luz en lo alto es enormemente honrada y respetada.
Cuando sepáis el maravilloso trabajo que habéis estado haciendo, y seáis conscientes de a cuántos de vuestras hermanas y hermanos habéis ayudado a lo largo del camino, entenderéis realmente el tremendo valor que ha tenido vuestro esfuerzo.
Hay en proceso un gran impulso energético por todo el mundo, empujando a la humanidad con firmeza hacia el despertar, mientras las guerras y los conflictos que quedan por todo el mundo están amainando.
Están aumentando en creciente número los grupos de discusión pacífica por todo el planeta, y se están comunicando los unos con los otros y compartiendo e intercambiando ideas, por el cambio de actitud de la gente de abrazar el amor y la compasión en todas sus interacciones.
Están ocurriendo enormes y esenciales cambios por la conciencia de la necesidad de que crezcan, y trayendo con ellos una sensación de ligereza y entusiasmo que es totalmente contagioso.
El campo de energía divina que envuelve al planeta se continúa intensificando, y esto hará mucho más fácil para todos integrarse en él y sentir el Amor que hay en su esencia.
La humanidad está cabalgando sobre la cresta de esta ola de Amor divino que está barriendo todo el universo, elevando todo a su paso para llevarlo rápida y seguramente hacia Casa.
Habéis estado siguiendo vuestros caminos de vuelta durante mucho tiempo, y ahora la ayuda del Amor de Dios por vosotros en esta gran ola os ha atrapado, como siempre fue la intención divina, para aseguraros que seáis llevados a Casa de forma esplendorosa a la bienvenida absolutamente fabulosa que os espera.
Con muchísimo amor, Saúl.
Os ha echado de menos mientras estabais escondidos de Él en el entorno irreal que os construisteis para jugar a juegos de separación y abandono, y Llora por el sufrimiento que habéis experimentado mientras estabais ahí. Añora que volváis a casa para que Él y vosotros podáis deleitaros de nuevo de vuestra mutua compañía.
Estar en compañía de Dios os proporciona un estado de éxtasis, y Su único Deseo para vosotros es que experimentéis ese estado eternamente, porque vuestro gozo cuando estáis con Él se añade al suyo. Vuestro destino es volver a casa con Él.
Es inevitable, por lo tanto eliminad vuestros temores y preocupaciones y relajaos en la certidumbre de esta Verdad divina. Si os sentís de alguna manera no merecedores de Su Amor por vosotros, o sin derecho de volver a Su casa, os aseguro que es un concepto irreal e imaginario, nacido de vuestro miedo a haberlo enojado, y que afortunadamente podéis desterrarlo de vuestra mente porque no tiene validez en absoluto. Sois todos perfectos seres divinos, y el lugar perfecto para vosotros está en Casa, en Su eterna Presencia.
Muchos estáis encontrando que estos últimos momentos antes de vuestro despertar son muy estresantes y agotadores. Parece que habéis estado portando la Luz durante mucho tiempo, y la espera continúa y continúa.
Lo que estáis haciendo es de enorme importancia, y la persistencia y la determinación con la con las que seguís portando la Luz en lo alto es enormemente honrada y respetada.
Cuando sepáis el maravilloso trabajo que habéis estado haciendo, y seáis conscientes de a cuántos de vuestras hermanas y hermanos habéis ayudado a lo largo del camino, entenderéis realmente el tremendo valor que ha tenido vuestro esfuerzo.
Hay en proceso un gran impulso energético por todo el mundo, empujando a la humanidad con firmeza hacia el despertar, mientras las guerras y los conflictos que quedan por todo el mundo están amainando.
Están aumentando en creciente número los grupos de discusión pacífica por todo el planeta, y se están comunicando los unos con los otros y compartiendo e intercambiando ideas, por el cambio de actitud de la gente de abrazar el amor y la compasión en todas sus interacciones.
Están ocurriendo enormes y esenciales cambios por la conciencia de la necesidad de que crezcan, y trayendo con ellos una sensación de ligereza y entusiasmo que es totalmente contagioso.
El campo de energía divina que envuelve al planeta se continúa intensificando, y esto hará mucho más fácil para todos integrarse en él y sentir el Amor que hay en su esencia.
La humanidad está cabalgando sobre la cresta de esta ola de Amor divino que está barriendo todo el universo, elevando todo a su paso para llevarlo rápida y seguramente hacia Casa.
Habéis estado siguiendo vuestros caminos de vuelta durante mucho tiempo, y ahora la ayuda del Amor de Dios por vosotros en esta gran ola os ha atrapado, como siempre fue la intención divina, para aseguraros que seáis llevados a Casa de forma esplendorosa a la bienvenida absolutamente fabulosa que os espera.
Con muchísimo amor, Saúl.
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