Todo parece empezar con el calendario maya y la interpretación que algunos investigadores occidentales dieron a esta curiosa y fascinante composición geométrica y simbólica que llega al equivalente del año 2012 de nuestro calendario. Sobre estas interpretaciones se han hecho libros, novelas, películas y todo tipo de absurdas dramatizaciones para explotar el miedo natural que el ser humano siente frente a la muerte.
Para los indígenas mayas sin embargo nada está más lejos de la realidad. Nuestro calendario Gregoriano usado y difundido por occidente fue construido en base al movimiento que hace la tierra alrededor del sol mientras que el calendario maya intenta comprender más allá de esta experiencia física. Sus astrónomos y hombres de conocimiento construyeron 9 niveles para explicar el tiempo o creación, estos niveles a su vez están divididos en 13 secciones individuales. En las 13 secciones hay 7 periodos de luz y 6 periodos de oscuridad, 7 días y 6 noches en cada nivel de creación, cada día es un periodo de aumento de consciencia y cada noche es un período de aplicación de esa consciencia. El primer ciclo habría empezado hace 16.4 billones de años, ahora estamos llegando al final de estos ciclos, es el fin de un 13 baktun, fin de un ciclo de 5.125 años. Más allá de aceptar la propuesta de este calendario no podemos dejar de reconocer el alto grado de curiosidad que tuvieron estos pueblos Mesoamericanos.
Para los abuelos mayas que están vivos y que no necesitan de interpretación alguna porque ellos tienen su propia voz, nos cuentan que este es el tiempo del retorno de los abuelos, el retorno de los hombres sabios. Don Alejandro un abuelo maya nos dice “¡Que amanezca! ¡Que llegue la aurora!“ Y nos piden no sentir temor porque está por llegar un tiempo de elevación de conciencia.
No cabe duda de que este es un mensaje lleno de esperanza en un mundo que parece no poder acertar con el camino a seguir. Acabamos de pasar por un siglo de dos guerras mundiales, hambrunas y desastres. Leyendo los diarios o mirando la televisión todo aparenta estar peor, vemos a la gente joven como cada día quiere escapar de sociedades que sienten como enfermas, a través de las drogas o el alcohol, terminando por autodestruirse. Los políticos construyen día a día Estados más fuertes que limitan nuestras libertades sin dar solución a millones de personas que cada día salen más y más a las calles para protestar por el estado de las cosas. Es tal el nivel de contradicción que hay gente que muere de tanto comer en ciertos países mientras que en otros mueren literalmente de hambre. El narcotráfico es uno de los grandes mercados y sistemas de vida en donde se han entrampado muchos sectores sociales. Los indígenas son perseguidos por defender sus tierras y por defender el agua y los recursos naturales con los que han vivido en armonía por milenios.
Parecería que el miedo, la codicia, el odio, la separación y la violencia son factores dominantes en nuestras sociedades. Pero en medio de todo esto, surgen nuevas voces que coinciden con la voz de los mayas para decirnos que está llegando un tiempo del despertar de consciencia que estamos dando un salto cuántico como humanidad y que los viejos sistemas de ideologías, dominación y poder darán paso a un nuevo ser humano.
El 2012 entonces es el umbral o un símbolo del ferviente deseo y conciencia de cada día muchos más individuos, de que al fin está por llegar un tiempo en donde el ser humano pueda comprender que es uno con su entorno, que somos parte de algo mucho más grande, que el planeta es nuestra casa y que todos estamos aquí para llegar al fin a nuestra madurez evolutiva y darnos cuenta de que nuestra libertad es tomar responsabilidad por nuestras elecciones. Nuestro mayor obstáculo son nuestros miedos internos, somos libres de elegir en cada momento del ahora que es el tiempo en donde se unen pasado, presente y futuro porque en cada nueva elección podemos corregir todo lo que ya no nos sirve y que al volver a elegir podemos cambiar nuestra realidad porque todo cambio empieza por uno mismo.
Leonardo Boff nos dice “no me interesa amigo tu religión o si tienes o no tienes religión. Lo que me importa realmente es tu conducta delante de tu semejante, de tu familia, de tu trabajo, de tu comunidad, delante del mundo.” Es importante comprender que todo lo que hemos vivido fue necesario para aprender, no hace falta más culparnos entre hermanos porque esos fueron los escalones que tuvimos que caminar para entender que estamos listos, que nuestro ADN puede dar ese salto, ese salto se lo hace a través de la claridad de conciencia, es tiempo de aceptar que somos los creadores de nuestra propia realidad. Nuestra vida es lo que pensamos, al salir de nuestros prejuicios mentales y abrir nuestra mente nuestra vida empezará a cambiar.
Nuestras emociones y sentimientos son los mapas para comprender en donde nos encontramos en este momento en cada uno, en la medida en que nos aceptamos tal cual somos y nos miremos con profundidad podemos cambiar lo que no nos hace felices. La Nueva Conciencia nos dice que esta felicidad depende de nosotros mismos que no debemos nunca más entregar nuestro poder personal a creencias, ideologías, gobiernos, personas.
Este es el tiempo donde al fin se unen ciencia y espiritualidad porque ha llegado la hora de la plenitud de conciencia. Somos testigos de cómo el conocimiento científico y la razón no son suficientes para guiar a la humanidad, porque si bien nos dan cuenta de cómo está hecha la materia, la Ciencia no puede controlar el uso que los individuos hacen de estos conocimientos.
Las religiones nos han separado y han creado muchas veces estructuras de poder que han impuesto verticalmente su verdad como la única verdad posible.
La ética es por supuesto lo que todos deseamos y esperamos pero lograr esto colectivamente aparece como imposible; necesitamos en estos tiempos difíciles algo mucho más poderoso porque los intereses económicos y sociales miran siempre a corto plazo.
Este nuevo poder es el despertar cuántico que nos permite tomar consciencia de que somos seres espirituales, que necesitamos abrir nuestra mente para comprender que todos somos UNO, que compartimos la misma estructura celular, el mismo planeta, el mismo Universo. Somos viajeros de Consciencia y estamos aquí para hacernos bien, para ayudarnos unos a otros.
Como occidentales hemos estado dando mayor importancia a lo que está fuera de nosotros y así debía ser para posibilitar el desarrollo de la Ciencia pero ahora en esta nueva integración miramos a las sabias filosofías orientales que nos enseñan otro tipo de conocimiento que es el que va de adentro hacia afuera, a través de la meditación o aquietamiento de la mente o contemplación y el conocimiento de la armonía con la tierra de los pueblos nativos de mundo que nos enseñan lo que es sentirse uno con el sol, las estrellas, las plantas y los animales.
Gracias al mundo virtual toda esta gran información está integrándose en lo que observamos ser la mente universal que nos irá permitiendo entender cada día más que el conocimiento nos pertenece a todos como especie, que las ideas mientras más fluyan libremente mejor posibilidad tendremos de encontrar respuesta a nuestras problemas como seres humanos, porque nos corresponde a nosotros el cuidado de nuestro casa, la Tierra.
Este tiempo de grandes cambios nos puede impulsar si queremos para tomar responsabilidad para sanar nuestras heridas, perdonarnos por lo que hemos hecho y nos han hecho, dejando de ser víctimas al convertirnos en seres empoderados, que nos apreciamos y nos respetamos, que estamos listos para escoger la paz en cada uno y esto se lo va logrando cuando se vive cada vez más en acuerdo con nuestra verdad interior, sin máscaras, sin autoengaños.
Debemos sentirnos sagrados porque cada uno es único e irrepetible y cada uno debe aprender a brillar con su propia luz y creatividad. El entorno irá cambiando en la medida en que cambiemos, despertemos de esa “realidad” externa, no permitamos más que esta nos condicione, somos libres de salir del caos y de la conciencia de masas.
Este es un viaje desde la mente al corazón, del ego a la esencia, de la razón a la intuición, todos somos artistas de nuestra propia vida y podemos ser una semilla Crística o de Amor, porque al sanar cada uno se sanan nuestras familias, nuestras sociedades.
Mientras la tierra se agita, todos sabemos que no podemos ir hacia atrás, aprovechemos del 2012 para subirnos a la gran ola aprendamos a surfear hacia nuestra felicidad. Convirtiéndonos cada uno en creadores libres. Tomar esta responsabilidad en cada uno es ser espiritual. Es tiempo de crear nuevos sueños y desplegar las velas de la imaginación.
El 2012 será el inicio de un nuevo tiempo para la humanidad y en la medida en que no nos aferremos a los viejos dogmas y paradigmas podremos experimentar lo que nos ofrece esta nueva realidad cuántica, integraremos nuestra propia sombra porque aprender a vivir desde el corazón es aprender a queremos tal y como somos porque es la manera para al fin poder sanar esa vieja historia humana llena de ira y de dolor, esa historia que es también nuestra propia memoria genética.
Somos nosotros por los que estábamos esperando, tenemos una invitación abierta a ser los sabios de la Tribu.
María Amparo Sotomayor B.
Estudió Filosofía Occidental, Medicina Oriental, Nueva Consciencia, es empresaria y madre de 3 hijos, desde hace 13 años es Maestra de la Nueva Consciencia y Terapeuta espiritual, dicta charlas, seminarios y enseña meditaciones de la Nueva Energía, trabaja también con personas que necesiten hacerlo en inglés, francés o italiano.
Para mayor información: http://facebook.com/mariasotomayor58 Cel. 098-706-996
mariasotomayor58@hotmail.com
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