En enero de 2011, Benjamin estaba jugando como siempre en el pasillo cuando Silvia noto un poco de nerviosismo en el y decidió tomar su celular para grabar su comportamiento cuando ve pasar “algo” corriendo en segundo plano.
En el se puede ver claramente la aparición de un ser diminuto mientras grababa a su hijo jugando.
Según Silvia, este pequeño ser salio desde la cocina para escapar hacia el jardín, dejando a su paso un olor nauseabundo y una intensa descarga en su teléfono.
Desde siempre la familia observo que el niño jugaba y hablaba solo en su habitación y en los rincones de la casa a la hora de la siesta, pero nunca se habían preocupado porque pensaron que a su edad era algo normal.
Varios años mantuvieron ese secreto hasta hoy, que decidieron mostrar esta evidencia para que el mundo la conozca a través de Internet, pidiéndonos especialmente a nosotros (ya que somos de su confianza y sabemos manejarnos en la web) que nos hagamos cargo de su difusión respetando el anonimato del niño y de toda su familia.
Las cosas no terminaron ahí… Benjamín (hoy ya de 5 años) siguió “Jugando” con estas entidades durante estos años, teniendo que padecer la continua presencia de estos “Duendes” que si bien no parecen agresivos, el olor que dejan es insoportable y aveces por las noche emiten un chillido escalofriante.
En el se puede ver claramente la aparición de un ser diminuto mientras grababa a su hijo jugando.
Según Silvia, este pequeño ser salio desde la cocina para escapar hacia el jardín, dejando a su paso un olor nauseabundo y una intensa descarga en su teléfono.
Desde siempre la familia observo que el niño jugaba y hablaba solo en su habitación y en los rincones de la casa a la hora de la siesta, pero nunca se habían preocupado porque pensaron que a su edad era algo normal.
Varios años mantuvieron ese secreto hasta hoy, que decidieron mostrar esta evidencia para que el mundo la conozca a través de Internet, pidiéndonos especialmente a nosotros (ya que somos de su confianza y sabemos manejarnos en la web) que nos hagamos cargo de su difusión respetando el anonimato del niño y de toda su familia.
Las cosas no terminaron ahí… Benjamín (hoy ya de 5 años) siguió “Jugando” con estas entidades durante estos años, teniendo que padecer la continua presencia de estos “Duendes” que si bien no parecen agresivos, el olor que dejan es insoportable y aveces por las noche emiten un chillido escalofriante.
matrix ?
ResponderEliminarincreible!!!!!!! donde es como fue??
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