Torre d'en Galmés es uno de los poblados talayóticos más extensos de Menorca y su visita es ineludible ya que en él se están llevando a cabo importantes trabajos de investigación arqueológica y de musealización del yacimiento. Dispone, además, de un centro de interpretación, actualmente cerrado al público. El poblado se halla en una zona elevada, desde donde se obtiene una esplendida visión de la costa sud de Menorca, indicativo de la intención de sus pobladores por controlar el litoral y el territorio circundante. Las excavaciones arqueológicas han permitido datar la ocupación del yacimiento desde finales del II milenio a.C. hasta la época musulmana, situándose su momento de máximo apogeo en el I milenio a.C. Aunque todavía queda mucho trabajo por realizar, la visita permite hacerse una idea de la importancia de este yacimiento. En la zona más elevada se hallan tres talayots y un recinto de taula; alrededor del cerro se encuentran numerosas estructurales de planta circular adosadas las unas a la otras, con cubierta de piedra o sin ella, correspondientes a viviendas. El poblado está rodeado de una muralla y hay una zona con numerosas oquedades en la roca para la recogida de agua de lluvia.
Torralba d'en SalordDesde 1990 la Fundación Illes Balears gestiona el yacimiento arqueológico de Torralba d'en Salord, donde ha ido mejorando la conservación de los restos visibles y las instalaciones de información y servicio al visitante. Es un poblado talayótico habitado desde el I milenio a.C. hasta época medieval. Las excavaciones realizadas en la década de 1970 permitieron sacar a la luz la mayor parte de las estructuras arqueológicas que hoy pueden verse en el transcurso de la visita. El elemento más destacado es la taula que hay en el centro del recinto de taula del poblado, una impresionante construcción a cuyos pies se hallaron restos de una gran hoguera donde se sacrificaron animales y un pequeño altar con figurillas de bronce y terracota que, según los investigadores, confirman el uso religioso del lugar al menos en los siglos III y II a.C. Pueden verse también dos talayots, silos excavados en la roca para el almacenamiento de alimentos o de depósito de agua, varias cuevas artificiales de enterramiento colectivo, un lienzo de muralla y una sala hipóstila usada como almacén. Interesantes son también las ruinas de una antigua casa y diferentes elementos etnológicos cercanos a ella, que evidencian la ocupación de este paraje de la prehistoria hasta hoy.
Calescoves es una pequeña cala de la costa sur que se encuentra en la desembocadura de dos barrancos y está limitada por altos acantilados. En ellos y en las zonas aledañas hay casi un centenar de cuevas naturales y artificiales, de tipología y cronología diferentes, utilizadas a lo largo de la cultura talayótica como tumbas colectivas, y que convierten este paraje en una de las necrópolis prehistóricas más extensas de las Baleares. Los hipogeos más visibles y de mayor tamaño, algunos de ellos con entradas perfectamente remarcadas, fueron utilizadas en la última etapa de la cultura talayótica, con una cronología que los sitúa entre el siglo IV a.C. y la época romana. Al ser una cala muy protegida y disponer de agua potable, sirvió de fondeadero a embarcaciones de poco calado entre los siglos IV a.C. y VI d.C, conociendo su máximo apogeo entre los siglos IV y II a.C., como han atestiguado las excavaciones submarinas realizadas en este lugar. Destaca la llamada “Cova des Jurats”, utilizada como santuario entre los siglos III a.C. y III d.C., en cuyo exterior hay varias inscripciones que certifican que el santuario fue dedicado en el siglo II d.C. a una advocación relacionada con la fundación de la ciudad de Roma.
La Naveta des Tudons es una construcción funeraria levantada en el cambio entre el II y el I milenio a.C., en una fase de transición entre la cultura talayótica y el período anterior, la denominada cultura pretalayótica. Es una construcción de tipología muy evolucionada en forma de nave invertida, íntegramente levantada en piedra con la técnica en seco, con muros de doble paramento y planta alargada en forma de herradura. A través de una pequeña puerta cuadrangular se accede a dos cámaras superpuestas. Es una tumba de inhumación colectiva. La excavación arqueológica y su restauración, realizadas entre 1959 y 1960, aportó restos óseos de más de un centenar de individuos y numerosos objectos de bronce, hueso y cerámica de los ajuares funerarios. La Naveta des Tudons, declarada Monumento Nacional en 1931, es hoy Bien de Interés Cultural (B.I.C.) y su visita es ineludible.
http://www.talaiacultura.com/es/arqueologia.php
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